Un problema mayor que enfrenta la gente hoy, es el pesar y la soledad. Los dos van juntos poque muchas personas se aflijen por su situación de soledad. No es lo mismo estar solo que en soledad.

Jesús vino a la tierra a deshacer las obras del enemigo, 1 Jn. 3.8, y para darnos vida en abundancia. Jn.10.10. ¡Aprendamos a recibir lo que Él tiene para nosotros! Mateo 28. 18b. …he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Dios quiere que sepamos que nunca estamos solos.

Salmo 91.14-16. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.16Lo saciaré de larga vida,Y le mostraré mi salvación.

En la Palabra encontramos ejemplos de personas que en medio de las mayores aflicciones, fueron libradas. Daniel estuvo en aflicción cuando fue puesto en el foso de los leones, pero confió en Dios y fue liberado.

1Pedro 5. 8-9. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

 Padre, gracias porque me escogiste como la morada de tu gloria. Cuando te acepté en mi corazón, viniste a morar en él, me escogiste como tu templo, como tu casa. Tu plenitud, hermoso Padre mora en mí, así como la plenitud de mi hermano Jesucristo y la plenitud del Espíritu Santo. Despierta en mí la conciencia de tu presencia. La soledad es la más grande mentira que el diablo quiere traer a mi vida. ¡Estoy completo en ti! ¡Nunca estoy solo! Gracias amado Padre, gracias amado Jesús, gracias amado Espíritu Santo por habitar en mi, en el nombre de Jesús, amén.