ALGUNOS EFECTOS DEL FASTIDIO:

> RECHAZAMOS AÚN LO BUENO: Cristo ya no es su deleite, ya no quiere contrinuar aprendiendo. ¡Qué fastidio tener que ir a la reunión! Es real el rechazo al Señor por preferir lo carnal.

Números 21. 5-6. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.

> DESEOS DE MORIRSE: Mucha gente vive cuadros de fastidio, más que de depresión. ¡Qué bueno que no llegó nadie a mi Casa de Vida! Yo creo que mejor la cerramos. ¡No lo hagas, mejor salte del fastidio!

Malaquías 1. 13. Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.

> BUSCAR QUIÉN ME LA PAGUE: Fastidiados ya no resolvemos problemas, la gente me fastidia por lo que incluso puedo desquitarme con ella. Moisés se desquitó golpeando la peña, por lo que pensaba del pueblo.

Padre, hoy enfrento la verdad, estoy fastidiado. Ayúdame a salir de esto. En este punto del camino lo único que puedo ver es que mi vida no vale nada sin ti. Tú eres mi todo, el que me rescató, el que le dio el valor de tu propia sangre a mi vida. Lléname de nuevas fuerzas, revelación, ¡abrázame Jesús! Me arrepiento de haber permitido llegar a este punto, pero tengo fe en tu misericordia que es nueva para mi cada mañana. Buscaré con ahínco tu presencia y tu palabra cada día. Ayúdame a volver contigo, en el nombre de Jesús, amén.

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