De vestirte de Cristo:
Colosenses 2. 9-10, 12-14. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,10y REVESTIDO DEL
NUEVO, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
12Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;13soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.14Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
NO GUARDES RENCORES VIEJOS EN TU NUEVO CORAZÓN.
Ezequiel 36. 25-27. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.26Os daré CORAZÓN NUEVO, y pondré ESPÍRITU NUEVO dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.27Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Padre, en esta hora hago una reflexión, un recuento de este año que termina. Perdona toda mentira, grande, pequeña, no importa el tamaño, decido vivir en tu verdad. Me despojo del viejo hombre y me revisto del nuevo, conforme a tu imagen, de misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre y paciencia, renuncio a vivir quejándome y perdono todos los rencores pasados, las heridas, limpiar las amarguras, la falta de perdón y llenarme de tu amor, de la paz de Cristo, de tu palabra. Cantaré y alabaré tu nombre con salmos, cantos, himnos, agradeciendo tu amor y tu bondad, sin límites, en el nombre de Jesús, amén.