FINANZAS DEL REINO

Durante mucho tiempo se relacionó la humildad con la pobreza y la riqueza con el orgullo. Esto no es cien por ciento real, ya que existen pobres orgullosos y ricos humildes. En 1 Timoteo 6.10, la Palabra de Dios dice que “raíz de todos los males” es el “amor” al dinero. La codicia y la avaricia son dioses falsos que atraerán males diversos, pero el dinero en sí no es malo. Conozcamos la prosperidad bíblica. Dios se alegra de la prosperidad de sus hijos y las bendiciones de Abraham nos pertenecen, por el pacto que tenemos en la Sangre de Cristo.

Deuteronomio 8.18. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

¿CÓMO PROSPERAMOS BÍBLICAMENTE?

ORANDO, CREYENDO Y DECLARANDO LA PALABRA SOBRE NUESTRO TRABAJO Y FINANZAS:

Dios quiere prosperarte. Plantemos semillas de fe que crecerán y producirán resultados abundantes. 3 Jn.2.

Salmos 1. 1-3. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

Gracias Padre porque tu deseo es prosperarme en todas las cosas, así como prospera mi alma. Te gozas en mi obediencia y cuando camino en tu verdad. Deseas prosperarme para que yo pueda hacer la obra de tu amor con mis hermanos. Gracias porque me prosperas para que pueda ayudar a los demás, tener misericordia y compasión de todas las personas que pones en mi camino. En el nombre de Jesús, amén.

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