Dios instituyó la Pascua Pesah, con la finalidad de librar a los Israelitas de sus “exactores”, es decir de los capataces que los explotaban. Pesah significa pasar por encima, pasar por alto.
Éxodo 12. 3-7. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. 4 Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. 5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. 6 Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. 7 Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.
Tomarían un cordero por familia, que no tuviera defecto físico, macho de un año, es decir joven, para sacrificarlo a Dios. Tomarían la sangre y la untarían en los dos postes y el dintel de las puertas, como señal visible de protección contra la muerte para ellos y sus familias. Aunque los israelitas eran tan pecadores como los egipcios, Dios se complació en aceptar la sustitución de un cordero, cuya sangre, al verse rociada en las puertas, les otorgaba gracia y misericordia.
La liberación del pueblo de Israel de Egipto se consumó y los hebreos y sus familias salieron con oro y plata tumbo a la tierra prometida.
Salmos 105. 36-39. Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra, las primicias de toda su fuerza. 37 Los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo. 38 Egipto se alegró de que salieran, porque su terror había caído sobre ellos. 39 Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche.
Padre, gracias por la liberación tan grande que hiciste para tu pueblo de los egipcios. Ayúdame a ver en ella, una figura de la liberación tan grande que hiciste para mí a través de la muerte de tu Hijo en la cruz. Que pueda ver en la sangre de Cristo, la protección tan grande que tengo, su sangre me cubre de la muerte, del mal y me limpia de todo pecado, en el nombre de Jesús, amen.