SOY LIBRE DE CONDENACIÓN

Romanos 8. 1. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

TENGO LA VIDA AQUÍ Y LA ETERNA:

Romanos 6. 23. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

1 Juan 5. 11-12. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta
vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de
Dios no tiene la vida.

YA NO SOY UN PECADOR, SOY UN SANTO QUE PUEDE PECAR SI
ASÍ LO DECIDO:

1 Corintios 1.2. A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.

NO ME GOBIERNA EL PECADO:

Romanos 8. 2. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

ESTOY MUERTO AL PECADO, VIVO PARA DIOS:

Romanos 6. 11. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Padre gracias porque mi vida no tenía sentido, aun muchas veces me pregunto para qué estoy aquí, cuál es la razón del sufrimiento y de la vida y recuerdo que tú me rescataste de mi vana manera de vivir y le diste un sentido y un propósito a mi vida. Te buscaré cada día, recordando tus palabras y grabándolas por tu Espíritu Santo en el centro de mi corazón: vivo para adorarte, para conocerte cada día más, para llevarte más hijos a tu presencia, para gozarnos juntos en el gran amor que nos has dado, en el nombre de Jesús, amén.

Comentarios Facebook