¡Nunca te des por vencido! Cristo no quiere que vivas en esclavitud. Sea lo que sea que te tenga atado o encadenado, el enemigo se irá cuando sometido a Dios (al cien por ciento) resistas al diablo hasta que huya de tu vida. ¡Cristo es el primer interesado en liberarte de todas las áreas donde el enemigo te tiene secuestrado!

Hay cristianos que han caido en el engaño del diablo y siguen padeciendo limitaciones en su caminar. Recuerda al pueblo de Israel que por incredudlidad se quedó dando vueltas en el desierto por 40 años, y ahí murieron.

> RESISTIR: No es tolerar, aguantar y sufrir al diablo pasivamente, es oponerle

resistencia con la fuerza del Espíritu Santo y la Palabra, hasta que huya. La esclavitud es terrible, pelear es lo bueno, lo correcto. En Egipto se vive en esclavitud, en la tierra prometida tenemos dominio. Todos tenemos nuestras batallas personales y hay niveles de liberación, en función de la revelación de la verdad que tengamos. Quiza ya experimentas libertad en ciertas áreas, pero en otras no… sigue adelante hasta experimentar toda la victoria del Señor.

Juan 8. 31-32. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

La meta no es ir de liberación en liberación, sino de liberación a dominio y ejercer la autoridad de Cristo. Prepárate con la Palabra y el Espíritu para pelear contra el diablo y echarlo fuera.Tenemos que adoptar la fe vencedora. Dios nos equipa, nos prepara, nos da sus armas para usarlas y prevalecer.

Padre gracias porque me has empoderado con tu Espíritu Santo. Renuncio al maligno, al pecado. Me arrepiento de todo corazón y decido someterme a ti, resistir al diablo y proclamar victoria en cada situación de mi vida. Gracias por tu palabra, por cada una de tus promesas, por tu ejército de ángeles ministradores que has puesto a mi disposición. No permaneceré más en pasividad, lo resistiré activamente, en el nombre de Jesús, amén.