SU SANGRE NOS ACERCÓ A DIOS.

Efesios 2. 13-14. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.14Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,

Antes estábamos sin Dios y sin Cristo, no teníamos parte con Él, le éramos extraños, vivíamos en las conjeturas humanistas o religiosas en cuanto Dios, la muerte y la eternidad, vagábamos sin rumbo. No teníamos ninguna promesa divina, ninguna esperanza firme, no le conocíamos, éramos “ateos”, sin Dios.

La Sangre de Cristo se convierte es el sello del pacto de cercanía a Dios, ahora podemos conocerlo personalmente y entrar a su presencia en todo momento. La Sangre de Cristo es nuestro medio para tener paz con Dios.

Lucas 22. 20. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

Gracias Padre porque la sangre preciosa de Cristo me protege y me da la victoria sobre mi enemigo. Porque fui elegido seguntu voluntad para santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociado con la sangre de Jesucristo. Hoy aplico la sangre de Cristo con su palabra para declarar mi acuerdo con lo que Él compró para mí: Salvación, protección, liberación, salud, herencia y bendición. La aplicó contra el diablo al responderle que su Sangre lo venció para siempre, que está fuera de mi vidas no puede herirme más. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios Facebook