APRENDIENDO LA ECONOMÍA DEL SEÑOR

Practiquemos su Palabra y prosperaremos. El Salmo 1 simplifica toda la Biblia.
Salmos 1. 1-3 Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones; 2 sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche. 3 Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen. NTV.

El pensamiento bíblico hebreo es dejar bendecido al hijo y al nieto, a dos generaciones. Cuando el hijo recibe una herencia, cumple con el patrón bíblico. Pídele tu herencia al Señor, tu porción aquí y en la eternidad, y desarrolla tu plan al respecto.

PROSPERIDAD: En hebreo ṣaleaḥ. Empujar hacia adelante, estallar
poderosamente, estar a la altura, ser provechoso. Apresurarse para avanzar, progresar, tener éxito, ser rentable, llevar a un resultado exitoso.
La prosperidad del Señor no es solo para las finanzas, sino para todo el ciclo de tu vida. Ej. Ser próspero es tener a la Pastora que tenemos, tener una buena esposa o un buen esposo, es andar por la senda del bien divino, trabajar en lo que te gusta y que te paguen bien. Cristo vino a darnos una vida abundante y sobreabundante, si seguimos los principios de su Palabra.

La prosperidad bíblica opera bajo muchos principios: En síntesis, es el resultado de la obediencia. La obediencia cuesta… se aprende padeciendo, haciendo morir a la carne, a esa tendencia rebelde y necia con la que todos batallamos. No tenemos que hacer otra cosa para prosperar, más que obedecer al Señor.

Padre gracias por enseñarme que tu prosperidad no es solamente para mis finanzas, sino para todos los aspectos de mi vida. Hoy te doy gracias por estar sembrado en Centro de Vida Lomas, el lugar que tú escogiste para que yo aprendiera de tu palabra. Te doy gracias por mi Pastora, por mi familia, porque yo sé que todos son salvos y te sirven, porque tú tienes perfecto cuidado de cada uno de ellos. Te doy gracias porque me llevas por tu camino de santidad, de la mano y no permites que me desvíe. Gracias porque tu Espíritu Santo me revela tu palabra, lo que Jesús ganó para mí en la cruz, los secretos para una vida sobreabundante en tu presencia y obedeciendo tus mandamientos, en el nombre de Jesús, amén.

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