La miseria se va cuando el hij@ de Dios obedece. Ej. Dar diezmos y ofrendas no hacen rico a Dios ya que Él es el dueño de todo, pero el diezmo es un examen de obediencia que trae grandes promesas aparejadas. Dios dice: “Pruébame en esto” y te abriré las ventanas de los cielos hasta que sobreabundes. En los capítulos 1 y 2 del libro de Malaquías encontramos el proceso de cambio, de maldición a bendición financiera, honrando al Señor dándole lo mejor.
• Dios quiere prosperarte en todo lo que emprendas. 3a Jn. 2.
• La espiritualidad bendecida siempre está ligada a la obediencia. Dt. 28.
• Renueva tu vida con los principios de Dios. Aprende a caminar con cielos
abiertos, para que todo lo que hagas prospere. Malaquías capítulo cuatro,
incluso trae restauración familiar.
• Puedes hacer peticiones a Dios al traerle su diezmo: Señor, sana mis dolencias
financieras y cambia mi mentalidad esclava a una mentalidad próspera.
• Como representantes del Dios dador, hagámonos dadores. Jn.3.16.
Así las finanzas no escasearán en tu casa, aun en tiempos de sequía, Dios tiene lugares de refugio y provisión para su pueblo, en Cristo Jesús, amén.
Isaías 43. 19. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Padre, ¡Perdóname! Por haber pensado que podía vivir sin tomarte en cuenta, a mi manera, según mis propios criterios, cuando tú eres el Rey del Universo, el Creador y dueño de todo y, si tengo algo, es porque he hallado gracia delante de ti y me has favorecido. Cuando te doy ofrendas o diezmos, solamente te estoy devolviendo lo que te pertenece. Te pido que quites de mi vida toda consecuencia y miseria debidas a mi desobediencia y que venga sobre mi vida tu gracia, tu favor, tu prosperidad. Reconozco que todo es tuyo y que, de lo recibido de tu mano, te doy, en el nombre de Jesús, amén.