Nuestra salud espiritual, mental, emocional y física, la libertad que estamos llamados a experimentar, se sustenta en nuestra comprensión y creencia en Dios Padre y en Cristo. Nuestra base teológica, una doctrina bíblica sana, es indispensable para tener una mentalidad correcta y una vida recta.
1 Pedro 1. 16. porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Colosenses 2. 8-10. No permitan que nadie los atrape con filosofías huecas y disparates elocuentes, que nacen del pensamiento humano y de los poderes espirituales de este mundo y no de Cristo. 9 Pues en Cristo habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano. 10 De modo que ustedes también están completos mediante la unión con Cristo, quien es la cabeza de todo gobernante y toda autoridad. NTV.
Es clave en el discipulado y para el crecimiento. Nadie puede comer por ti, bañarse por ti, crecer por ti, madurar por ti, actuar en fe y obediencia por ti. Por supuesto que seremos ayudados por el Señor y sus ministros, pero las decisiones al enfrentar y resolver nuestros conflictos personales, las tenemos que tomar nosotros.
Gracias Padre, porque en la medida que descubro en tu palabra quién soy en Cristo, y aprendo a vivir por gracia, por medio de la fe, te veo respaldando mis pasos. Gracias porque fui elegido para ser guiado por tu Espíritu Santo, siendo sensible a su presencia. Perdóname por haber orado pidiéndote que tú hagas lo que yo tengo que hacer. No te tengo que pedir que me pongas ganas de perdonar a alguien, solamente tengo que obedecer. Yo decido perdonar, por encima de lo que siento, porque perdonar es una decisión de obedecer, no un sentimiento. Yo perdono, para que tú también puedas perdonar mis ofensas. En el nombre de Jesús, amén.
