CREZCAMOS HASTA FLORECER Y FRUCTIFICAR .

1 Pedro 2. 1-3. Por lo tanto, desháganse de toda mala conducta. Acaben con todo engaño, hipocresía, celos y toda clase de comentarios hirientes. 2 Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento nutritivo 3 ahora que han probado la bondad del Señor. NTV.

Busquemos con ansías la leche espiritual no adulterada, para crecer, madurar, florecer y ser fructíferos. Cuando andamos inapetentes, cuando perdemos el hambre y la sed por el alimento espiritual se bajan nuestras defensas espirituales, caemos en desnutrición y quedamos vulnerables al engaño y a las mentiras del diablo. Requerimos la Palabra para renovar pensamientos y creencias y resistir al maligno. Se requiere que la Palabra esté en la mente, el corazón y en la boca. NO pasemos ni un solo día sin leer y meditar la Biblia.

El fruto de una vida cambiada es abandonar el pecado, salir de los rencores, ir hacia la madurez en el carácter a imagen de Cristo, obedecer al Señor por amor, para ver lo sobrenatural, los milagros, las liberaciones, la prosperidad, etc.

Salmo 92. 12-15. El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano.
13 Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. 14 Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes, 15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, Y que en él no hay injusticia.

Padre, gracias por tu palabra, que penetra y se enraiza profundamente en mi vida, arraigándome en tu amor y manteniéndome fuerte. Me da razones para levantarme cada día, me sostiene y me lleva a ayudar y sostener a los que me rodean, llevándoles tu amor, salvación, perdón, misericordia, en el nombre de Jesús, amén.

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