DA HONRA Y RESPETO

No podemos separar la fe de la honra. Veamos lo que le dice el Señor al sacerdote

Elí, en tiempos del profeta Samuel.

1 Samuel 2. 30. Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; más ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.

Dejemos de hablar mal de la autoridad, y oremos por ellos; eso no quiere decir que estemos de acuerdo con la manera en que gobierna el presidente o el alcalde, pero la Biblia dice que tengo que orar por los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente.¿Por un lado oro y por el otro hablo mal? Amemos a nuestra nación, honrando y respetando a todos sus habitantes.

¡PADRE, PERDÓNANOS! Porque no siempre venimos a la congregación con alegría a alabarte y adorarte. Hemos tratado a la iglesia como si fuera un centro de

entretenimiento, o peor aún un antro. A la iglesia no venimos a ligar…

Ya no tratemos a la iglesia como la sala de espera de un consultorio. Sacamos el celular y nos ponemos a jugar, a chatear, a checar redes sociales, o a entretenernos con otras cosas. Nos congregamos para alabar y adorar juntos a Dios y para recibir alimento sólido de su Palabra. Vamos a la iglesia porque queremos experimentar su presencia y cambiar para parecernos más a Jesús. No importa quién predique, una sola palabra de Dios puede cambiar nuestra vida para siempre.

Padre, perdóname por deshonrar mi congregación, por asistir sin visión, por compromiso, por olvidar que el domingo es un día santo, consagrado a ti, para honrar, bendecir, alabar tu nombre, aprender de tu palabra y recibir instrucciones importantes para mi vida. Dejaré de hacer mi voluntad en tu día santo y lo llamaré delicia, santo, glorioso del Señor, andaré en tus caminos y hablaré tu palabra, y tú me darás a comer de tu heredad, en el nombre de Jesús, amén.

Comentarios Facebook