La Biblia nos presenta como única verdad, que la muerte sustitutiva de Jesucristo en la cruz, es la única provisión para reconciliarnos con Dios y ser salvos. Pensemos por un momento… Si Jesús no solo dice la verdad, sino “es la verdad”, dejemos de buscar fuera de Cristo y de su Palabra la respuesta a las diversas interrogantes de nuestra vida.
Juan 1. 4. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
¡JESÚS ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA! Y todos los que apuntan en otra dirección, a otra creencia y a otra forma de vida, nos alejarán de Dios y nos conducirán a comportamientos destructivos o vanos. ¡Nadie en la historia ha hecho declaraciones como las que Jesús hizo, ni nadie ha respaldado sus palabras con hechos como lo hizo el Señor Jesús! Si Él es la verdad, lo demás son mentiras y engaños. Y siendo Jesús la vida, lo demás termina en muerte.
Juan 14. 1. No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Padre, ¡gracias por abrir mis ojos! He vivido en la mentira y rodeado de mentira, pero hoy mis ojos pueden ver la verdad, tú eres la verdad. Tu Espíritu Santo me guía en todo momento y me habla, me convence, me muestra la verdad. Hoy te pido perdón por tanta mentira, renuncio a cada una de ellas y a todos los efectos y consecuencias que han ocasionado en mi vida. La sangre preciosa de Cristo me limpia de todo pecado, de todo engaño, purifícame y llévame por tu camino de santidad, en el nombre de Jesús, amén.