VOLVAMOS A LA FE Y ORDENEMOS NUESTRA VIDA:

2 Corintios 1. 20. Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!», y por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria. NTV.

Permite que tu fe sea perfeccionada, al permanecer creyendo en Él y en su Palabra en medio de las dificultades. ¡Dios llama a las cosas que no son, como si fuesen! Cree que tendrás la victoria. ¡No dudes ni caigas en incredulidad! Recuerda que los sentidos físicos, van contra la fe. Creer es estar plenamente convencido en el corazón, la fe es del corazón, no es mental. La FE es CERTEZA, SEGURIDAD.

Nuestro Dios es fiel, siempre cumple sus promesas. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué promesas me ha dado el Señor? Si no las tienes claras, corre a su presencia a inquirir de Él respecto a los planes que tiene para ti, presentes y futuros. ¡Dios quiere hablarte!

Padre amado, gracias porque sé que tienes para mí pensamientos de paz y no de mal para darme el fin que espero. Tus pensamientos son más altos que los míos y quieres llevarme al lugar que tienes preparado para mí. Con esta confianza y seguridad, con esta fe y certeza de lo que espero, camino tomado de tu mano firmemente. Ordenando todo lo que se ha movido en mi vida por las pruebas y circunstancias difíciles que he estado viviendo. Perdona la duda y la incredulidad, revélame tu palabra, llena mi corazón con tu rhema.
En tu palabra revelada camino, creo, confío y me fortalezco dándote toda la gloria, en el nombre de Jesús, amén.

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