Deuteronomio 6. 4-9. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.5Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;7y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.8Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;9Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Entrenar es adiestrar a alguien con el propósito de mejorar su rendimiento físico o intelectual, por lo que entrenar campeones espirituales es prepararlos para que vivan lo sobrenatural como algo normal. Para ello, lo primero que se requiere, son padres y madres dispuestos a obedecer a Dios. Verso 5 y 6.
Cuando se pregunta a los padres y madres qué hacen por sus hijos espiritualmente hablando, la mayoría contesta “oro por ellos”. Orar está bien, pero no es suficiente. Lo segundo es “los llevo a la iglesia” Si solamente estamos haciendo esto, no hemos entendido el entrenamiento que necesitamos darles y los requisitos divinos.
A. PADRES APASIONADOS POR CRISTO: Si no lo estás, tu hijo lo ve, lo nota, lo sabe.
B. TENER LA PALABRA EN TU CORAZÓN: Para imprimírselas en su corazón, hablándola y viviéndola siempre, a diario, no sólo en la iglesia.
C. SER CONGRUENTES: Entre lo que creen, hablan y modelan con su ejemplo.
Padre, gracias por abrir mis ojos y mi entendimiento a la verdad de tu palabra. Te pido perdón por el poco o la falta de interés que he tenido respecto a la educación espiritual de mis hijos. Ayúdame a retomar y corregir lo que todavía puedo hacer, en lo que puedo participar. Y ayuda a todas las familias que están a tiempo de hacerlo, para que más y más familias sean recuperadas para tu reino. Para que crezcan hijos sanos y fuertes espiritualmente, en el nombre de Jesús, amén.