Brujería es ejercer y estar bajo una autoridad espiritual falsa, es decir no legítima. Es movernos bajo el gobierno de otro espíritu, en lugar del Espíritu Santo; para dominar, manipular o controlar a otros. Es obtener algo por medios no legítimos.
La “hechicería”, es uno de los pecados de la carne, que degenera en poder demoníaco. Ejemplo: Un hombre casado seduce a una mujer soltera con regalos costosos. Una mujer casada, seduce con sus “encantos” físicos a un soltero. Esto, de acuerdo con Dios es hechicería, ya que ambos buscan fines no legítimos, por medios tampoco legítimos.
Otro ejemplo: Cuando alguien nos presiona mental y emocionalmente con argumentos exagerados o falsos, para retenernos o sacarnos dinero; estamos siendo manipulados bajo una forma elemental de brujería. El machismo, el matriarcado, por ejemplo, operan incitados por espíritus que buscan esclavizar a través de la intimidación, la amenaza o el abuso, eso es brujería. Muchas de las tácticas de la mercadotecnia, son formas básicas de brujería. Ej. Anunciar productos y servicios utilizando modelos con poca ropa.
Antes de conocer al Señor Jesucristo, éramos presa del diablo, quien nos utilizó como seductores o seductoras, controladores y manipuladores, para hacer caer al prójimo. Visualizando la situación espiritualmente, vemos como el maligno logra que miles de personas incluso “cristianas” veneren y den gloria a personajes ya muertos, y a imágenes y esculturas diversas, usurpando el lugar del único digno de recibir adoración: Dios el Padre y Jesucristo.
Apocalipsis 5.11-14. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Padre, hoy renuncio a la influencia de la hechicería en mi vida, a manipular a los demás para obtener beneficios propios, puedo reconocer que esto es brujería y te pido perdón por este abuso. Echo fuera todo espíritu de seducción, control y manipulación. Renuncio a las consecuencias, efectos y puertas abiertas al maligno a través de la veneración y gloria a personajes muertos, perdóname por haber participado en estas abominaciones, en el nombre de Jesús, amén.