PECADOS DE OCULTISMO.

Hoy en día vemos un incremento en la brujería en sus diversas formas. Los horóscopos y las limpias con huevo y pirul, parecen un juego de niños frente al vudú, la santería, la magia negra, el chamanismo, el espiritismo, el satanismo, el halloween y el culto a la muerte y a los muertos.
La hechicería aparece en la Biblia como parte de las obras de la carne. Es un pecado de naturaleza carnal que abre la puerta a lo demoniaco.

Gálatas 5. 19-21. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Podemos afirmar que el ser humano la ha practicado desde la caída de Adán. ¿Qué hay detrás de la brujería? ¿Es peligroso participar en ella? El Señor nos lo advierte claramente. Esto dijo a su pueblo sacado de la esclavitud de Egipto, antes de meterlo a la tierra prometida.

Antes de recibir a Cristo, muchos de nosotros participamos de prácticas de carácter espiritual o religioso, que no provenían del reino de Dios, sino de las tinieblas. ¡Necesitamos arrepentirnos! Pide al Espíritu Santo que muestre todo lo que hiciste y sus efectos al día de hoy.

El ocultismo es un problema serio y fuente de muchos de problemas. Requiere un tratamiento radical. Hagamos esta oración al Padre, para admitir los pecados de ocultismo, renunciar a ellos y pedir al Señor ser liberados de toda confusión, desánimo y atadura, y de los demonios mismos.

PADRE, confieso que he pecado contra ti y contra tu Palabra, al involucrarme consciente o inconscientemente en las prácticas del ocultismo siguientes: Mencionar cada una _____. Reconozco que estas prácticas dan esencialmente culto a satanás y a los demonios, por lo que me arrepiento de corazón por haberme involucrado en ellas. Hoy renuncio a satanás y todos sus demonios, renuncio a lo oculto, al ocultismo y a toda autoridad espiritual falsa, especialmente la de la brujería, la hechicería y el espíritu de Jezabel y Acab, y te pido que me perdones y me limpies con tu Sangre Preciosa, de todos sus efectos. Acepto únicamente la guianza y el consejo del Espíritu Santo, y renuncio a todo dios falso, a toda idolatría. Muéstrame mi corazón, para limpiarlo, y para colocar a Jesús en el trono. En el nombre de Jesús, amén.

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