SHALOM

En el Antiguo Testamento, la palabra Shalom se traduce como paz o tranquilidad, sin embargo su contexto es más amplio. Es la condición de una vida completa, restituida y plena en salud, propósito, bendición y seguridad; sin deudas. Shalom transmite la idea de un Dios que da a sus hijos lo mejor; y que la privación y la carencia no son parte de sus planes.
Desde su origen, Dios bendijo a la humanidad con la capacidad y la encomienda de crecer, multiplicarnos y enriquecer en todas las áreas.

Génesis 1. 27-31. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Dios no ha cambiado de idea, por lo que la pobreza, la muerte, la enfermedad, la carencia, el hambre; no provienen de Él. Estas condiciones aparecieron como maldiciones resultantes del pecado, y de las cuales el Señor Jesucristo nos redimió.

Gálatas 3. 13- 15. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade.
Cristo recuperó nuestro Shalom, para hoy y por la eternidad.

Padre, gracias por toda la bendición con la que me has llenado, agradezco la vida en abundancia que tienes para mí cada día. Reconozco que todo lo que tengo proviene de ti, y con un corazón agradecido y obediente, diezmaré y ofrendaré de lo que me has dado, para que el evangelio sea compartido y llegue a todos tus hijos. Gracias por llenarme con tu Shalom y hacerme partícipe de esta expansión, en el nombre de Jesús, amén.

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