En los últimos 50 años hemos sido testigos de la decadencia moral más rápida de la historia. Diversos países del mundo legalizan actos y conductas que no están de acuerdo con Dios y su Palabra, y el núcleo social familiar, está siendo golpeado y desintegrado como nunca antes.
Los hijos e hijas de Dios, SOMOS LOS AGENTES DE CAMBIO capaces de transformar las esferas de influencia donde vivimos. La razón por la que la iglesia no ha establecido el gobierno de Cristo en la sociedad, es porque no ha salido a conquistar la tierra que Dios le ha dado. ¡Es tiempo de cosechar el fruto maduro!
Filipenses 2. 21-22. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio.
Queremos amar y servir a Dios con todo el corazón, el alma y las fuerzas; y a nuestro prójimo; y una manera práctica de hacerlo, (con impacto eterno), es compartiendo el evangelio y haciendo discípulos. ¡Extender su reino, debe ser el anhelo de todos sus hijos!
Mateo 22. 37-40. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.38 Este es el primero y grande mandamiento.39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Padre, gracias porque tu amor ha sido derramado en mi corazón por tu Espíritu Santo y me ha capacitado para amar como tú amas, lo que tú amas y como tú amas. Quita todo tropiezo que me impide vivir en tu amor y que realmente pueda ser ese agente de amor dondequiera que vaya. En el nombre de Jesús, amén.