Cristo nos ha otorgado su poder, pero también quiere llevarnos a un nivel mayor
de autoridad, para servir y liberar a la gente. Si seguimos buscando al Señor, Él
nos mostrará las impurezas que tenemos y nos dará la gracia para vencerlas.
Efesios 3. 20-21. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
Tenemos todo de Dios, pero Él quiere tener todo de nosotros. ¿Se lo darás?
Jesús desea hacernos testigos eficaces en esta hora gran oscuridad en que
vivimos. Con su autoridad y poder, su reino de amor, justicia, paz y alegría será
revelado al corazón de muchos que hoy están en tinieblas.
Juan 14. 2. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
¡Predica el evangelio, ora por el enfermo, anima al triste, échale fuera al maligno!
¡Da siempre testimonio del Señor con autoridad y poder!
Padre, gracias por tus preciosas promesas. Ayúdame con tu Santo Espíritu a reconocer la raíz que me ha impedido disfrutar de ellas, reconozco mi responsabilidad en estas carencias y me arrepiento. Te pido me reveles el diseño, las instrucciones de cada promesa y me des la fuerza para ser obediente y poder disfrutarlas. En el nombre de Jesús, amén.