MINISTROS DE LA RECONCILIACIÓN

Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con Él. El Señor hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando le decimos a la gente que se vuelva a Dios. Salgamos con el mensaje salvador.

2 Corintios 5. 18-20. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; les rogamos en nombre de Cristo: Reconcíliense con Dios.

El Espíritu Santo nos empodera para hacerlo, el cielo se coloca a nuestro favor al compartir el amor de Cristo y hacer discípulos. Representar a Jesús en la tierra es nuestro estilo de vida. Él es lo primero en nuestras vidas.

Juan 14. 15-16. Si me amáis, guardad mis mandamientos.16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:

Gracias Padre por la preciosa oportunidad de hablar en tu nombre. Hoy saldré con tu mensaje salvador. Así como me reconciliaste contigo, no tomándome en cuenta mis pecados, llevaré el mensaje de reconciliación. Como tu embajador, rogándole a la gente en tu nombre: reconcíliate con Dios. Gracias porque tu poder y favor van conmigo siempre, en el nombre de Jesús, amén.

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