Desde el jardín del Edén, el objetivo de satanás fue capturar el alma del ser humano, controlar su forma de pensar para apartarlo de Dios y esclavizarlo. ¡La serpiente convenció a Adán y a Eva de que “la verdad” dicha por Dios, no era tal!
Las secuelas de haber creído en la mentira y el engaño, continuan hasta hoy en ti y en mí, ya que nacimos programados al “conocimiento del bien y del mal” y no a “la verdad” que está en Jesús.
Una vez reconociendo al Señor Jesucristo como nuestro Salvador y Señor, requerimos emprender un proceso de renovación de nuestra antigua forma de pensar, para desmantelar y salir de las fortalezas de engaño y mentira, que aún siendo salvos, nos tienen cautivos en teorías, tradiciones, supersticiones, fábulas y medias verdades. Y la única manera de hacerlo es con la fe en la verdad.
1 Timoteo 6. 20-21. Timoteo, cuida bien lo que Dios te ha confiado. Evita las discusiones mundanas y necias con los que se oponen a ti, con su así llamado «conocimiento». 21 Algunos se han desviado de la fe por seguir semejantes tonterías. NTV.
Padre, gracias porque tu Santo Espíritu me guía a la verdad y me hace verdaderamente libre. Con su ayuda puedo distinguir las artimañas del enemigo y reconocer sus engaños, disfrazados de verdades. Gracias porque la verdad me ha hecho verdaderamente libre, en el nombre de Jesús, amén.