Dios nunca tuvo la intención ni la tiene, de que su Palabra se quede como una teoría o un conocimiento intelectual. El Señor quiere que nos la apropiemos. Nuestro andar con Él no es un ejercicio intelectual, sino una realidad actuada, experimentada, testificada por cada uno de sus hijos e hijas.
DOCTRINA SANA y una VIDA JUSTA son la mancuerna para llevar a cabo las obras resultantes de nuestra fe en Él. Hay que SER para HACER. Maduremos
en el carácter a semejanza del Señor Jesús, y pongamos en práctica lo que conocemos de su Palabra.
Efesios 5. 1-8. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.7 No seáis, pues, partícipes con ellos.8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
Gracias Padre porque tu palabra me corrige cuando estoy equivocado y me enseña a vivir rectamente. Hoy decido convertirme en un hacedor de la palabra y no ser solamente un oidor olvidadizo. Ayúdame a ser siempre una persona de fe, que refleje a Cristo en todo lo que diga y haga, en el nombre de Jesús, amén.