La mente es uno de los recintos del alma, y necesita ser ceñida, es decir rodeada y protegida por “muros de salvación y de verdad”, y no por los engaños del mundo. ¡satanás sabe que si seguimos pensando como antes, seguirá dominando nuestra vida! A él no le conviene que cambiemos de forma pensar; por eso nos lanzará continuamente “dardos de fuego”, argumentos de duda, incredulidad y escepticismo, para seguir en la vieja vida, y practicando los mismos pecados.
¡Solo la Palabra de Dios, trae salud y equilibrio a las funciones del alma y del corazón! La Palabra produce fe, que es un escudo y una coraza necesarios para derribar los argumentos humanista. Un buen ejemplo para entender esto, es la “cúpula de hierro” que usa la defensa de Israel para interceptar y derribar los misiles lanzados en su contra desde una distancia hasta de 70 kilometros. Como discípulos del Señor Jesús requerimos creer su Palabra, y para ello hay que meditarla y sobre todo practicarla
LA FE EN LA VERDAD NOS DA LIBERTAD:
Juan 8. 31-32. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Padre, gracias porque la permanencia en tu Hijo Jesucristo, en tu palabra me permitirá discernir lo falso. Perdóname por vivir solamente en la teoría y no en la práctica de tu palabra. Quiero cambiar, por lo que desde hoy seré intencional al aplicar tu verdad, para ser transformado a tu misma imagen, en el nombre de Jesús, amén.