Para comprender mejor el tema del llamado, vamos a presentarte una narrativa que denominaremos el camino del héroe.

⁠HUÉRFANOS CÓSMICOS: En casi cada personaje de ciencia ficción que nos presentan las películas, el protagonista, el héroe, nace o crece siendo huérfano, es decir no tiene un padre. Ej: Spiderman, Superman, Batman, todos y cada uno de estos “héroes” nacen siendo huérfanos y al comienzo de su historia todos viven aparentemente una vida normal y cómoda.

Al igual que estos personajes ficticios, todos los seres humanos nacemos carentes de un Padre celestial, y bajo pecado, lo que nos lleva a ser huérfanos cósmicos (o perdidos eternos). Nadie nace conociendo a Dios o siendo suyo, somos solo sus criaturas. Jesús vino a establecer la necesidad de “nacer de nuevo”, para entrar a su Reino con la identidad de hijos e hijas.

⁠EL MENTOR: Nuestro “héroe” cree que está destinado a ser uno más de la sociedad, sin embargo, en algún punto de su vida, aparece un personaje muy importante, un mentor, un guía que ayudará al protagonista a salir de su estado de confort. Este personaje es por ejemplo el tío Ben, o Gandalf. El mentor conoce el potencial que tiene el héroe y le recuerda que no ha nacido para ser uno más, sino para luchar por el bien, derrotando al mal que hay en el mundo.

Si prestamos atención a los detalles de los personajes de ficción, la causa de su victoria no siempre fueron las habilidades o dones, sino algo más grande que él mismo: su llamado. “Lo que nos sostiene a los hijos de Dios en los momentos de crisis es la fe en nuestro llamado y en El Señor Jesucristo que nos llamó; no en nuestras habilidades, dones o fuerzas, ni mucho menos en nuestras acciones; sino en la verdad de que Dios nos llamó y nos dio una nueva identidad en Cristo.”

Gracias Padre, porque aunque como tu hijo he pasado por momentos de oscuridad y de crisis, siempre tu Espíritu Santo me recuerda que Cristo venció a todos mis enemigos y me participa de su victoria. Él me llamó, me sostiene y me saca de ahí y me enseña cosas nuevas, en el nombre de Jesús, amén.