Es algo que proviene de Dios, se origina fuera de nosotros, pero es para nosotros. Dios nos hace un llamado a vivir y a cumplir con un fin específico. El llamado se relaciona con nuestra identidad, e impacta la eternidad. Fuimos llamados a tener compañerismo con el Señor Jesús.
Romanos 1. 6. Entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo.
PROPÓSITO:
Es el objetivo o fin a conseguir y la determinación para lograrlo. Es algo específico relacionado con nuestros dones y habilidades puestos al servicio de los planes de Dios para la humanidad. Ejemplo.
Marcos 16. 17-18. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
En resumen, el llamado nos lo da Dios por gracia, y el propósito es el objetivo que llevamos a cabo con nuestra fe y entrega, no con nuestras fuerzas y habilidades humanas solamente, sino con las de Él.
Padre, gracias porque puedo levantarme cada mañana sabiendo quién soy: tu hijo, y conociendo que tengo un propósito específico dentro de tus planes de salvación para la humanidad. Así como me salvaste a mí, tú no quieres que nadie se pierda, sino que todos vengan al arrepentimiento, a tu casa, a ser tus hijos. Jesús, tu Hijo amado, murió por todos y cada uno y yo soy un colaborador, un embajador, en esta extensión de tu reino. Gracias por hacerme parte de tus planes, en el nombre de Jesús, amén.