Juan 15. 18-19. Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.

SALGAMOS DEL MOLDE DEL MUNDO .
El mundo inutiliza a los hijos de Dios, nos contamina y ahoga al punto de no ser diferentes del resto de la sociedad. Por ejemplo: la tasa de divorcio entre matrimonios cristianos ha aumentado en los últimos años, siendo comparable a la secular. ¿Cómo puede ser eso? El mundo tratará de mantenernos en maldición.

Romanos 12. 2. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

El Señor ejemplifica el efecto del mundo sobre nosotros en: Mateo 13. 22. El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

POR ESO JESÚS ORÓ POR NOSOTROS: Juan 17. 15-18. No ruego que
los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.

Gracias Padre, porque aunque vivo físicamente en el mundo, tú me liberas de la corrupción que hay en él, por medio de la obediencia a tu palabra. ¡Hay provisión en Cristo para vencer cada día! En el nombre de Jesús, amén.