HONRAR A NUESTRO PADRE Y MADRE

La honra a los padres no está ligada a su buen desempeño como tales. Ellos merecen ser honrados por el solo hecho de habernos engendrado, independientemente de cómo nos hayan tratado (o nos traten). Todo padre y madre, les fallamos muchas veces a nuestros hijos.
En esta época donde abunda la queja, el rencor, el insulto o la indiferencia hacia los padres y madres; los hij@s de Dios no podemos justificar la deshonra, por razones como éstas:
•¿Cómo honrar a un padre o una madre que me rechazó y nunca me amó?

Efesios 6. 2-3. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra.

PARA HONRARLOS, HAY QUE PERDONARLOS.
En Cristo siempre tenemos la oportunidad de perdonar a quienes nos han lastimado. ¡Decidamos hacerlo! Perdona a tu papá y a tu mamá por cada una de sus acciones abusivas o injustas, cancélales la deuda ante Dios, y comenzarás a sanar de los quebrantos del corazón. Los efectos del perdón te sacarán del rencor, del odio, de la amargura y de los deseos de vengarte; y te dispondrás a recomenzar tu relación con ellos, con un trato respetuoso y de honra. Hay casos muy difíciles como el abuso sexual, que requieren de apoyo y acompañamiento de los líderes. Lc.23.34.

Perdonemos también a quienes tomaron el lugar de nuestros padres biológicos, a veces siendo maltratadores: Una abuela(o), un tío, primo, hermano, maestro, vecino; para reconocer también lo bueno que hicieron. Todos merecen nuestra honra.

Padre, hoy decido perdonar a mi padre y a mi madre por todas sus acciones injustas contra mí, les cancelo la deuda y le digo a cada uno: “papá no me debes nada”, “mamá, no me debes nada”. Te pido que tu Espíritu Santo sumerja mi corazón.

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