Recordemos que estamos llamados a realizar las obras que el Señor Jesús hizo cuando vivió físicamene entre nosotros; y áun mayores. ¿Estás abriendo los ojos como de plato al escuchar esto? Son palabras dichas por el Señor a sus discípulos en Juan 14. 12: De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Solo la presencia y la llenura constante del Espíritu Santo nos permitirá hacer las obras que hizo Jesús. SU UNCIÓN reposando sobre sus hijos e hijas, nos “habilita” para el ministerio sobrenatural que se inició cuando el Espíritu Santo vino sobre Él.
Mateo 3. 16. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
LA PRESENCIA Y EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO:
Después de decirle a sus discípulos que quienes CREYERAN en Él realizarán grandes obras, prometió enviarles al Espíritu Santo de manera permanente.

Juan 14. 16-18. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
Jesús prometió empoderarlos por el Espíritu. Hechos 1. 8. Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Gracias Padre porque con una fe firme bajo la unción del Espíritu Santo veré suceder cosas maravillosas. Escucharé la voz de tu precioso Espíritu Santo, a través de profecías, sueños y visiones que me prepararán para lo que viene. Con una unción poderosa testificaré del evangelio con señales, milagros, sanidades liberaciones, en el nombre de Jesús, amén