En Romanos 16, el apóstol Pablo menciona por nombre a más de treinta colaboradores fieles, tanto de él como del Señor. Veamos quienes fueron algunos de ellos y los adjetivos con que los describe.

Romanos 16. 1-2. Os recomiendo además a nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.

⁠FEBE: Fue una fiel sierva de la iglesia de Cencrea, que ayudó a Pablo y a 

muchos. Cencrea es uno de los puertos antiguos de la ciudad de Corinto, en Grecia. Ella fue “diaconisa”, palabra griega que significa mandadero, mesero o siervo. Alguien que ejecuta las órdenes de su amo, una servidora del Rey; alguien que en virtud del oficio que le asigna el Pastor, cuida, distribuye y sirve comida y bebida. ¡Qué trabajo tan importante realizan los edecanes en nuestra congregación!

Romanos 16. 3-4. Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. 5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.

⁠PRISCILA Y AQUILA: Un matrimonio misionero del primer siglo, que fueron 

ayudantes de Pablo y que expusieron su vida por él. Tenían un grupo en casa donde enseñaban la Palabra. Instruyeron con exactitud a Apolos, un judío convertido, en el camino de Dios. Aquila el marido, tenía el mismo oficio de Pablo, fabricante de carpas o tiendas de campaña para los viajeros.

Gracias Padre por estos fieles servidores, colaboradores tuyos que influyeron ´para que el evangelio alcanzara a todo el mundo conocido en esa época. De igual forma, yo quiero cumplir tu llamado y propósito para mi vida y contribuir a la expansión de tu evangelio, haciendo la parte que me corresponde dentro del cuerpo de Cristo. Gracias por tu Espíritu Santo, quien me enseña y capacita para llevarlo a cabo, en el nombre de Jesús, amén.