Llevar el evangelio a todo el territorio adyacente y más allá. Alistémonos a poner a Jesucristo como fundamento en las vidas de muchas mujeres, hombres, niños y niñas.
¡Pongamos manos a la obra! Habla personalmente con el Señor, y dile que estás dispuesto a ser un colaborador activo, y súmate al ministerio que Él tiene designado para ti.
1 Corintios 3. 10-11. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
¡Aprovecha su gracia y el poder del Espíritu Santo (que ya está en ti), para ser un testigo eficaz del Señor! Toma tu lugar como su colaborador y cumple tu llamado. Él es fiel para proporcionarte todo lo que necesites y actuará a través de ti, aún con tus debilidades; sanando, liberando y dando vista espiritual a los ciegos. Lc. 4.18- 19. (1).
Filipenses 4. 1-3. Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados. 2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. 3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Padre perdona tanto tiempo que he estado fuera de tu propósito para mi vida. Ayúdame a ser ese hijo que estás esperando, para unirme a tus planes, llevar mucho fruto y glorificarte con mi vida, en el nombre de Jesús, amén.