CÓMO Y DÓNDE DEBO ADORAR

En todo tiempo, de continuo, en todo lugar, en medio de la actividad más intensa, al despertar, al bañarnos, al hacer ejercicio, mientras desayunamos, esperando el camión en la esquina, en el traslado, a solas en nuestra recámara; en la iglesia, en cualquier momento, en cualquier lugar, alabemos y adoremos al Señor. Si quieres sentir más a Dios, súbele el volumen a tu alabanza. Los hijos de Dios tenemos admisión instantánea a su presencia, por la sangre de Jesucristo.

Sé sencillo y sincero en tu alabanza y acción de gracias. Ej: Gracias Padre, te alabo Señor. Estoy contento por lo que estás haciendo conmigo en estos días. ¡Eres grande! Te amo y te adoro.

Me postro ante a ti para agradecer tu fidelidad. ¡Qué privilegio tener entrada a tu presencia a cada momento, por Cristo Jesús!

No necesitas una posición corporal determinada para alabarlo y adorarlo. No tienes que esperar a estar en un momento o lugar correcto para hacerlo. Jesús dijo que el Padre busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad.

Adorar en espíritu significa hacerlo no sólo con la mente o el cuerpo, sino con la nueva naturaleza espiritual de hij@ de Dios, de forma sentida, libre y de corazón. Romanos 12.11 dice que seamos fervientes en espíritu. Es decir, ardientes, llenos de entusiasmo y pasión, hirviendo en fuego por Dios. Subordinando todo (mente, intelecto, voluntad, emociones, conciencia, cuerpo), en una palabra, todo nuestro ser, al gobierno y dirección del Espíritu Santo.

Gracias Padre por el enorme privilegio de tener acceso a tu presencia y presentarte mi alabanza y mi adoración. Te adoro con todo mi ser, en el nombre de Jesús, amén.

Comentarios Facebook