Que tu buen trato al prójimo te distinga. Ora continuamente y suelta tus preocupaciones al Señor y dale gracias. ¡Piensa en esto! En lo verdadero, honesto, justo, puro, amable, de buen nombre y digno de alabanza.
Juan 14. 6. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
El objetivo de estos consejos de Pablo (es decir de Dios), es que aprendamos a centrar nuestra atención mental en las cosas que reflejan el carácter santo y puro de Cristo. Llenemos nuestra mente con la verdad. Dediquemos tiempo en nuestro pensamiento a considerar lo bueno que hay en su victoria redentora, a nuestro favor. Él quiere que reflexionemos sobre todo lo que es hermoso y agradable.
Reconozcamos que NO estamos acostumbrados a pensar así de forma normal, le
damos mucho tiempo a pensamientos desagradables, negativos y pecaminosos. A veces repetimos mentalmente las malas experiencias del pasado inmediato y lejano; así como a las personas que nos han lastimado. Cavilamos sobre cómo hacernos ricos, o damos rienda suelta a pensamientos lujuriosos, o reflexionamos sobre “lo buenos” que somos o sobre la vanagloria de la vida.
Gracias Padre por tu guía, por mostrarme el camino de paz, de santidad, de amor, de gozo. Porque tú deseas que yo prospere en todo lo que hago y que lo que me das, lo pueda compartir con todas las personas que me rodean, en el nombre de Jesús, amén.