¿QUÉ ENTENDEMOS POR PRODUCTIVIDAD?

¿QUÉ ENTENDEMOS POR PRODUCTIVIDAD?

Productividad es sinónimo de rendimiento, incremento en los beneficios resultantes del uso del tiempo y de los recursos con que realizamos nuestra labor, cualquiera que sea el sector económico donde estemos.

La productividad está estrechamente relacionada con la “eficiencia”, que es la capacidad para lograr mejores resultados con la menor cantidad de recursos. Esto tiene detrás a personas inteligentes, competentes, experimentadas, que conocen al detalle su profesión u oficio. Personas que saben cómo mejorar los procesos y los
sistemas de operación y administración, sin detrimento de la calidad.

La productividad siempre puede mejorarse, haciéndonos administradores fieles de los recursos que el Señor nos da. La parábola de los talentos ilustra que Él espera
utilidades de lo que nos ha dado, no importa la cantidad de dones.

Mateo 25.14-15, 20-21,28-30. Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.
21Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.22 La productividad generalmente se eleva cuando se reducen los costos de producción, sin bajar la calidad, cuando se vigilan los procesos y se incrementa la producción con el mismo personal; y cuando se atiende a los clientes con excelencia
y oportunidad.
28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.,

Padre, gracias por tus enseñanzas, tan certeras y llenas de tu sabiduría. Tú me has dado dones, talentos y capacidad para vivir y desarrollarme en tu reino de bendición, multiplicación, avance y productividad. Renunció a la desidia, a la flojera, a la procrastinación, a los planes independientes a tu voluntad y me enfoco en tu llamado, en tu propósito y en el destino sobrenatural que tienes para mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

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