1 Timoteo. 4.1. Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.
Dios quiere hablar al corazón de su pueblo, no solo a sus mentes. ¿Estás listo para escuchar su verdad? Porque el Señor Jesús es la verdad, y su verdad nos hace libres. ¡Sí Señor, háblame la verdad! Y Él pregunta, ¿qué vas a hacer cuando te la diga? El Reino de los cielos es edificado y santificado en la verdad, no en nuestra comodidad, en lo que pensemos, sino en su verdad.
Hoy por hoy, hay dos espíritus operando en la Iglesia de Jesucristo: El Espíritu Santo y el espíritu de la apostasía. En otras palabras, hay personas en la iglesia con deseos de acercarse más a Dios y ordenar su vida; hij@s que quieren servir y dar. Y hay otros que no han comprendido que Dios no acepta la práctica de su pecado cotidiano. Son personas que no están dispuestas obedecer su Palabra, que solo buscan su conveniencia. En ellas opera el espíritu de apostasía, no quieren cambiar, y al no hacerlo, están negando su fe cristiana.
Padre amado, si, háblame la verdad. Estoy dispuesto a escucharla y a obedecerla. Perdóname por haber aceptado la mentira y el engaño en mi vida. Hoy me arrepiento y te pido que por medio de la fortaleza de tu Santo Espíritu me ayudes a vivir en la verdad. Acepto y tomo responsabilidad por cada mentira que le ha abierto la puerta al diablo en mi vida y ayúdame a vivir siempre conforme a tu verdad, en el nombre de Jesús, amén.