SANEMOS PERDONANDO

Romanos 12. 18-19. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

Ya no sigamos con el “mal sabor” de las raíces de amargura que nos contaminan y estorban nuestro crecimiento espiritual. Contaminar es infectar, corromper lo bueno, incluyendo pensamientos, sentimientos, palabras, actitudes y relaciones.

Job 10. 1. Está mi alma hastiada de mi vida; daré libre curso a mi queja, hablaré con amargura de mi alma.

Salgamos del estado de animosidad intensa que sentimos hacia otros y que erosiona nuestra paz mental y nos roba el gozo; perdonando a los ofensores. El Señor te quiere libre de toda raíz de amargura.

Padre amado, soy culpable de pecados similares a los que cometieron contra mí, yo tambień he abusado y maltratado personas, he vertido mi enojo y victimizado a mis seres queridos, por lo que quiero pedirte perdoń . Espíritu Santo, trae a mi memoria mus pecados y hoy decido arrepentirme de cada uno de ellos. Perdóname y límpiame de cada pecado, sana mis heridas y desarraiga de mí toda fuente de veneno que contamina mi alma, en el nombrede Jesús. Renuncio a todo espíritu maligno asociado a la falta de perdón, odio y amargura. En el nombre de Jesús soy libre de todos ellos.

Comentarios Facebook