Es la RESURRECCIÓN de CRISTO. Si Jesucristo no resucitó, quiere decir que
sigue muerto, en una tumba; y la muerte sigue teniendo poder sobre todo ser humano. De ser así, su sacrificio en la cruz sería inservible y nuestra fe en Él vana, inútil.
¡JESUCRISTO ES LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA!
Juan 11. 25-27. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Juan 6. 4.7 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
¿ESTÁS PREPARADO PARA ENFRENTAR LA MUERTE?
Muriendo físicamente, ya no hay oportunidad para creer, arrepentirnos y volvernos a Dios. De acuerdo con su Palabra, aquí decidimos donde pasaremos la eternidad. No existe un purgatorio… Creer en Cristo, arrepentirnos de nuestros pecados, identificarnos con su muerte, sepultura y resurrección, es la salvación y la vida eterna que recibimos de Dios como regalo.
Romanos 6. 8-10. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive.
Gracias Padre porque así sucede conmigo, si estoy en Cristo, muero con Cristo y vivo con Él, sabiendo que así como Cristo resucitó y no muere más y vive para Dios, así creo en Cristo, me arrepiento de mis pecados, me identifico con su muerte, sepultura y resurreccción, vivo para Cristo y recibo la vida eterna como un regalo, en el nombre de Jesús, amén.