El internet da la accesibilidad y el anonimato que busca el adicto al sexo y a otros pecados, no dándose cuenta que ha caído en una trampa mortal. El cibersexo es uno de los portales más grandes a las tinieblas, y la prueba es que tiene a millones en prisiones de perversidad, incluyendo a hijos e hijas de Dios. El Señor Jesucristo llegó a nuestras vidas para darnos libertad.
Isaías 61.1-2. El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;
Juan 8. 34- 36. Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.36 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.
Si hoy no estás experimentando liberación del pecado sexual, o de cualquier otro pecado, decide volverte a Dios en arrepentimiento, sométete a su autoridad, fotalécete en fe y resiste, es decir OPONTE al diablo, hasta que huya de ti.
Padre, hoy reconozco mi pecado y me arrepiento de todo corazón por haber caído. Te pido que tu Santo Espíritu me dé la fuerza y la convicción para tomar medidas contra este pecado. Hago un compromiso de fortalecer mi fe y dedicarme en mi salvación con temor y temblor, en el nombre de Jesús, amén.