¿QUÉ AYUNO REALIZAR?

Es el que te guíe el Señor. No te sugerimos el ayuno total, es decir sin alimentos ni bebidas.

⁠¡EL AYUNO ES VOLUNTARIO NO ES OBLIGATORIO! 

Utiliza tu criterio y/o las recomendaciones de tu médico, para decidir al respecto. Pide guianza al Espíritu Santo. ¡Cuida tu salud!

⁠EDAD MÍNIMA PARA PARTICIPAR EN EL AYUNO: 15 años, sujeto a la autorización y supervisión de sus padres. Los adolescentes pueden hacerlo menos días. Haz partícipes a tus niños y preadolescentes de los tiempos de oración y búsqueda de Dios. 
⁠PREPARA TU CORAZÓN: Pídele al Espíritu Santo que te muestre de qué necesitas ARREPENTIRTE. Ej. Conformismo, tibieza, pérdida del primer amor, 

duda, codicia, avaricia, pecados sexuales, ira, egoísmo, vicios, flojera, malas relaciones con tu cónyuge, con tus hijos, con el prójimo, crítica a tu pastor o líder, resentimiento, falta de perdón, maltrato y abuso al prójimo, etc.
⁠PREPARACIÓN FÍSICA: Disminuye las porciones de comida y de algunos alimentos días antes de comenzar el ayuno, para ir controlando tu apetito. También disminuye la cantidad de cafeína y azúcares que ingieres. Como el ayuno es negarle comida al cuerpo, es factible que al inicio sientas ratos de irritabilidad, cansancio o aun dolor de cabeza. En esos momentos, pide a Dios que te fortalezca y a algún hermano que ore por ti y contigo. Ingiere una porción de fruta, jugo o algún otro alimento, para aumentar la glucosa en sangre.

⁠COMPROMISO DURANTE EL AYUNO: Asignar un tiempo diario para estar a solas con Dios, buscándolo y orando. Asignar un tiempo diario de lectura y meditación de la Palabra. Meta: 1 hora diaria. Adquiere MI DIARIO VIVIR en la Palabra, en librería. Alaba, adora y da gracias a Dios continuamente. 

⁠ALERTA ESPIRITUAL: Cuando entramos a tiempos de mayor devoción espiritual, el enemigo tratará de distraer y frustrar nuestros planes de continuar el ayuno. Si sientes que el enemigo está desanimándote o haciéndote enojar, humíllate ante Dios y pídele que fortalezca tu ser interno, toma autoridad contra el maligno, y échalo fuera en el nombre de Jesús. Determínate a seguir en fe y venciendo toda tentación. 

Padre amado, dispongo mi vida, mi cuerpo, mi alma y mi espíritu, para empezar este año buscando tu presencia. Me humillo delante de ti. Ayúdame a prepararme y resistir la adversidad para poder lograrlo. Sé que mi carne es débil y no quiere someterse, pero hoy te busco con fuego, porque te amo, te necesito, no puedo ni quiero vivir más sin que tú seas lo primero de lo primero en mi vida, en el nombre de Jesús, amén.

Comentarios Facebook