La voluntad de Dios es que tengamos salud a la par que prospera nuestra alma. Dios quiere que estemos saludables, no sólo quiere sanarnos cuando nos enfermamos. ¿Cómo podemos vivir en salud continua? Caminando en la presencia de Dios y en la revelación y en la fe de la obra de Jesucristo, día con día. De su presencia fluye vida a nuestro cuerpo, alma y espíritu, sanándonos y vivificándonos.
Romanos 8. 11. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
¿Queremos vivir en salud divina? ¿Queremos dormir, despertar, caminar y comer en salud? Muchas personas piensan que la enfermedad y la pobreza son parte del plan de Dios. ¡Mentira! Sí así fuera, el ministerio del Señor Jesús hubiera estado en contra del deseo y la voluntad de su Padre.
Padre, ¡gracias! Porque es tu deseo, tu voluntad, buena agradable y perfecta. Que tenga salud, así como prospera mi alma. Porque eres un Padre bueno, que siempre deseas el bien para mí, en todas las áreas de mi vida. Gracias porque hoy abres mis ojos a esta verdad. La enfermedad no viene de ti, porque tú solamente deseas el bien para mí, en el nombre de jesús, amén.