¡SANADO DEL RECHAZO!

El rechazo es una de las heridas más profundas que experimenta un ser humano. El diablo lo usa como una de sus armas favoritas, para menguar el potencial de las personas. Todos hemos sufrido rechazo en diversos grados. Ejemplos: La niña rechazada por su papá, porque quería un varón. El adolescente víctima de “bullying” en la escuela. Los hijos abandonados por el padre o la madre, que crecieron “arrimados” a sus parientes. Y que decir de los casos de maltrato verbal, psicológico, emocional, físico y sexual; cometidos por los propios familiares.

El rechazo es una fortaleza gigante que encarcela a sus víctimas en pensamientos y sentimientos de minusvalía. No hay indemnización que compense los daños producidos por el rechazo. Sólo Dios sana los corazones quebrantados por el rechazo y libera de esclavitud a los atormentados por este azote. ¿Cómo lo hace? ¡Revelándoles su Amor y aceptación incondicionales!

Efesios 1. 5-7. En amor, habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.

Padre, gracias porque me amaste de tal manera , que diste a tu único Hijo Jesucristo, para que al creer en Él no me perdiera, sino tuviera vida eterna, en el nombre de Jesús, amén.

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