Por los pecados de la nación.

PADRE: Venimos a ti en el nombre de Jesús a confesar la iniquidad de nuestro país. Tomamos responsabilidad por los pecados cometidos por todos nuestros ancestros, conciudadanos y por todos tus hij@s. Padre, te pedimos en el nombre de Jesús, que nos perdones como país y como individuos, por todas las maldades y rebeliones que hemos cometido, y que a través de la Sangre de tu hijo Jesucristo, nos salves a todos los mexicanos y nos limpies de todas y cada una de nuestras maldades.

SEÑOR: Nos arrepentimos por todos los pecados cometidos en este país y como dice Esdras 9.6-9… Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.7 Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos vivido en gran pecado; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a espada, a cautiverio, a robo, y a vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día.

Te damos gracias porque hasta hoy, hay misericordia de tu parte para perdonarnos y hacernos libres, y darnos un lugar seguro en tu reino, alumbrando nuestros ojos para darnos vida eterna en Cristo Jesús. Señor, esclavos son muchos de nuestros conciudadanos. Te pedimos tu salvación, tu vida eterna, la restauración de todas nuestras ruinas, y tu protección contra nuestros enemigos.

SEÑOR: Nos humillamos ante ti declarando tu Palabra de 2 Crónicas 7.14-16 que dice: Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 15 Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; 16 porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.