Todo el simbolismo del uso de la sangre en el Antiguo Testamento halla su cumplimiento en la Sangre de Cristo, expresión de su muerte en la Cruz. La Sangre de Cristo, el derramamiento de su vida fue el precio de nuestro rescate.
A TRAVÉS DE SU SANGRE:
• Dios estableció la nueva alianza entre Él y la humanidad.
• Nos reconcilió:
• Nos justificó:
• Limpió y limpia nuestros pecados:
• Purifica nuestra conciencia
• Nos santifica:
• Nos da entrada con confianza a su presencia.
Hebreos 9. 12. y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
La comunión con la Sangre de Cristo ilustrada en la participación de la copa, en la celebración de la cena del Señor, expresa nuestra identificación con su muerte.
Padre, gracias por la preciosa sangre de Cristo, derramada hasta la última gota en su sacrificio en la cruz. Su sangre me dio la victoria sobre el maligno y ya no tiene control sobre mi vida porque fui comprado legalmente por su preciosa sangre, en el nombre de Jesús, amén.