EL PROCESO DE CULTIVO

EL PROCESO DE CULTIVO

A. SELECCIÓN DE LA SEMILLA: ¿Qué queremos cosechar este año? El primer paso es seleccionar la especie a cultivar, adquirir la mejor semilla para el medio ambiente y clima donde está la tierra: Ej. maíz, sorgo, frijol. Quizá guardamos algunos bultos de la mejor semilla de la cosecha pasada. No hay que comernos toda la semilla que cosechemos.

B. ESCOGER Y PREPARAR EL TERRENO: A través de nuestro conocimiento y experiencia, escojamos un terreno fértil para la siembra. Los agricultores profesionales realizan análisis de suelo, para evaluar su fertilidad. Una vez elegido, hay que barbechar el terreno, aflojar la tierra, remover las capas compactadas para facilitar el crecimiento de las raíces. A esto se le llama “rastrear” y “arar”.

C. SEMBRAR: Existen diversos métodos de siembra, dependiendo de la especie a cultivar, puede ser directamente “al voleo” o en lineas y surcos, etc. Hay que ajustar la densidad de semillas por unidad de superficie, para tener la producción deseada, y saber a que profundidad sembrarla, para una buena germinación. La semilla se siembra en los oyentes con humildad y amor. Mt. 6.1.

D. REGAR Y FERTILIZAR: La semillas requieren de humedad para germinar. Existen tierras de temporal y de riego, el agricultor generalmente es conocedor de los periodos de lluvia y de secas y/o la fuente de agua para irrigar sus campos. Dios habla de lluvia temprana y tardía y de la relación entre obediencia y bendiciones
materiales.

Padre, obedeceré tu palabra y te serviré con toda mi alma y con todo mi corazón, para que des la lluvia a mi tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, para que recoja mi grano, mi vino y mi aceite, y me des hierba en mi campo para mis ganados, y comeré y me saciaré, como lo dices en tu palabra, en el nombre de Jesús, amén.

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