EL PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA Y AUTENTICIDAD.

EL PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA Y AUTENTICIDAD.

En la Biblia, la transparencia y la sinceridad se entrelazan como componentes de la honestidad y la integridad. Transparencia significa ser abierto y honesto, mientras que la sinceridad enfatiza autenticidad y sentimientos genuinos. Ambas cualidades del carácter son cruciales para desarrollar relaciones de confianza. Dios anima a sus hijos a vivir vidas transparentes, auténticas, reflejando así el carácter de Cristo.
Buscar la autenticidad y vivirla es uno de los grandes desafíos de la vida, y no es fácil ni sencillo. Ser auténtico significa ser fiel a uno mismo, a sus convicciones, valores, talentos y sentimientos.
Todos hemos sido “falsos” muchas veces en la vida. Intentamos ser lo que alguien quiere que seamos, nos disfrazamos de perfeccionismo, madurez y responsabilidad por temor a ser rechazados, y hacemos y decimos cosas que ocultan quiénes somos realmente. ¡Qué triste! Aprendamos a ser genuinos.
Trasparencia es la propiedad de un cuerpo que permite el paso de rayos luminosos o de radiación a través de el. Eso lo hace traslucido, diáfano, transparente, limpio.
Dicho de una persona, es alguien que no oculta quién es y la manera en que vive.
Nunca desaprovechemos la oportunidad de ser transparentes y sinceros con Dios
Padre, ya que significa que queremos que nos transforme a imagen de Cristo.

Efesios 4.25. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

Padre, te pido perdón por toda mentira que ha habido en mi vida. Renuncio a todo engaño y decido afrontar las consecuencias de la verdad. Tú eres Padre de verdad, enséñame a vivir en tu verdad siempre, en el nombre de Jesús, amén.

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