TESTIFICAR Y DAR EJEMPLO:

TESTIFICAR Y DAR EJEMPLO:

La primera técnica para dominar el arte de la conversación, es saber escuchar con atención. Algunas personas son buenos oyentes, demuestran un interés genuino por comprender a la otra persona, aceptan sus sentimientos sin interrupciones, e intentan ver el mundo desde sus zapatos. Interés, autenticidad, aceptación y empatía son las habilidades de un buen oyente.

La segunda habilidad para generar una conversación amistosa y una buena amistad, es la confianza. De hecho, ninguna amistad puede construirse sin ella. Ejemplo: Si comunicas algo privado, posibilitas que la otra persona también sea vulnerable. Hay una reciprocidad en ello, que conlleva riesgos, porque si revelo una parte de mí, lo que sea; me expongo a un posible rechazo. Puede que la otra persona no acepte lo que le cuento.

Solo bajo la influencia de amor de Cristo, desarrollaremos la confidencialidad que otras personas necesitan. Hay que ser discretos cuando está de por medio un asunto doloroso o grave. Dios quiere que testifiquemos de Cristo con nuestra vida.

Da tristeza cómo la sociedad sentencia como “inmorales, deshonestos y falsos” a muchos cristianos, y por ende a la cristiandad.
Mateo 12. 36-37. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

Nuestro comportamiento ha de ser sobrio, prudente, íntegro, y en la medida de lo posible sin variación. No tenemos que enfocarnos en quejas, detalles triviales o críticas constantes, ni justificarnos de cada una de nuestras palabras y acciones, sino hacer las cosas claras y transparentes, sin dejar cabos sueltos.

Padre gracias por la salvación que me diste por la sangre de tu Hijo Jesús y por la transformación diaria que haces en mi vida por la obra de tu precioso Espíritu Santo, para poder comunicarme asertivamente en el nombre de Jesús, amén.

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