Revisa tu vida laboral o de negocios, así como tus gastos diarios. En base a las recomendaciones que vimos durante esta semana ¿qué tendrías que empezar a corregir? Elabora un presupuesto de ingresos y gastos, apartando primeramente tu diezmo.
Destina una parte de tu presupuesto para ofrendar y ayudar al necesitado. Pide al Señor ideas creativas para hacer rendir estas dádivas. Ejemplo, horneando o preparando alimentos harás rendir tu ofrenda al necesitado. Cosiendo prendas o renovando algunas que ya no uses en tu guardarropa. Siempre habrá alguien a quien puedas ayudar.
Decide no gastar más de lo que ganas y paga todas tus deudas, no caigas en el engaño de compra ahora y paga después o los meses sin intereses. Empieza con la deuda y vete disciplinando hasta que pagues la más grande. Ora al Señor para que revierta tu condición actual. Pídele gracia al Espíritu Santo para cambiar esos malos hábitos, por obediencia a los principios divinos para prosperar.
Filipenses 4. 17-20. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Padre gracias por tu guianza y enseñanza perfectas. Porque me llevas por tu camino de santidad, de tu mano, a prueba de errores. Perdóname por haberte robado en mis diezmos y ofrendas, por haber confiado más en las tarjetas de crédito que en tu provisión, por haberme dejado llevar por el deseo de poseer, la codicia y la avaricia, bienes que ahora me doy cuenta que no tienen ningún peso de eternidad en mi vida. Hoy reconozco que nada es mío, tú me lo has dado todo y solamente te estoy devolviendo y administrando lo que a ti te pertenece. Dame valor, fuerza, sabiduría e inteligencia para salir y revertir mi situación económica actual como lo que soy, un hijo tuyo, más que vencedor por medio de tu amor, en el nombre de Jesús, amén.
