Detengámonos por un momento a pensar sobre los resultados que estamos obteniendo en nuestro trabajo. ¿Estoy avanzando en el logro de las metas que me he propuesto? ¿Estoy llegando a mi presupuesto de ventas? ¿Mis clientes están aumentando o decreciendo? ¿Siento que desperdicio mucho el tiempo?
Es importante conocer el término “productividad” porque muchas personas están cansadas, trabajan mucho, pero sus resultados son pocos. Como se dice comúnmente: “Mucho ruido y pocas nueces”.
Son diversos los factores internos y externos que inciden en nuestro rendimiento, en nuestra productividad. Exploraremos el tema, para generar ideas de cómo mejorar resultados. El Señor Jesús nos quiere productivos, ya que nos ha dado dones, talentos y recursos para fructificar en todo lo que hagamos. ¡Todo por su gracia y todo para su gloria!
Génesis 1.28. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Juan 15. 8. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Gracias Padre, porque es tu deseo que yo sea prosperado en todas las cosas y que tenga salud así como prospera mi alma. Así como cuidas de los lirios del campo y de las aves, cuidas de mí en todo momento. Tú eres mi buen Pastor y tienes cuidado de cada una de mis necesidades, en el nombre de Jesús, amén.