SANTOS EN PROCESO

Existe un término denominado “santificación progresiva” que nos permite entender el proceso de crecimiento y maduración de nuestra vida espiritual.

Efesios 4.13-16. hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Este proceso continuará hasta llegar a la plena madurez en Jesucristo.
Términos como arrepentimiento, nuevo nacimiento, renovación del entendimiento, transformación, purificación, edificar y sobreedificar; están todos relacionados con este proceso de limpieza del alma y del corazón, para ser cada día más semejantes a nuestro Señor Jesús. ¡El Padre nos eligió para ello!

Padre, gracias porque tú me conociste desde el vientre de mi madre, me predestinaste para que fuera hecho conforme a la imagen de tu Hijo Jesucristo, para que Él sea el promogénito entre muchos hermanos. Me predestinaste, me llamaste, me justificaste y me glorificaste. En el nombre de Jesús, amén.

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